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Vaca Inexpresiva

Misterios sin resolver

En estos momentos no creo que quede nadie sin conocer la historia del pianista naúfrago aparecido en Inglaterra. Lo único que se sabe de él es que toca de maravilla y además (apreciaciones propias)tiene buen gusto (además de canciones de los clásicos también deleita a sus médicos y cuidadores con canciones de los Beatles). Entre las causas se barajan desde la pérdida de la memoria hasta el fingimiento total, pasando por problemas neuronales en la zona encargada del habla, pero la verdad es que yo tiré por el lado más parapsicológico. No se si lo habeis oido alguna vez, pero en Nueva York apareció un hombre, ya hace bastante tiempo, vestido muy elegante, apareció debajo de las ruedas de un coche, todo el mundo aseguró que había aparecido de repente. Cuando buscaron en sus bolsillos la documentación, lo único que encontraron fue un ticket de un banco, con fecha de un siglo antes. La parte paranormal es que coincide con la descripción de un hombre desaparecido cien años antes. Las últimas noticias sobre su paradero fueron la visita al banco, y que luego, como todos los días, fue a pasear al parque, un día de mucha niebla. En fin...ahí queda, pensad lo que querais ;)

Dejo este fragmentito de Galeano, en parte me recuerda al pianista, él está teniendo su momento de gloria, en parte, me recuerda a mí, porque escribo para quien no pueda leerme, aunque seguro que pensais que es una forma de consolarme ante mi poca audiencia:
La dignidad y el arte
Yo escribo para quienes no pueden leerme. Los de abajo, los que esperan desde hace siglos en la cola de la historia, no saben leer o no tienen con qué.
Cuando me viene el desánimo, me hace bien recordar una lección de dignidad del arte que recibí hace años, en un teatro de Asis, en Italia. Habíamos ido con Helena a ver un espectáculo de pantomima, y no había nadie. Ella y yo éramos los únicos espectadores. Cuando se apagó la luz, se nos sumaron el acomodador y la boletera.
Y, sin embargo, los actores, más numerosos que el público, trabajaron aquella noche como si estuvieran viviendo la gloria de un estreno a sala repleta. Hicieron su tarea entregándose enteros, con todo, con alma y vida; y fue una maravilla.
Nuestros aplausos retumbaron en la soledad de la sala.
Nosotros aplaudimos hasta despellejarnos las manos.

2 comentarios

zaira -

o_O no sabia nada de la historia de el hombre q aparecio bajo el coche... q cosas!!

me gusto el fragmento q pusiste jess... en esto estoy de acuerdo con julie tb.. por pocos q seamos realmente apreciamos lo q haces, sabes q me encnata como escribes i como dice julie, pq no dara lo mismo q hayna 4 q 10.000? lo importante es q las personas aprecien tu trabajo i en este caso es asi ;) (K)

Julie -

Eso me acuerda las historias del tríangulo de las Bermudas, los desaparecidos que vuelven a otra época, fantasmas del pasado... qué extraño!

Lo importante no es el número de espectadores sino la calidad. Si aprecian tu arte de verdad es más importante que si vienen asi porque es de moda... También lo más importante es que él que presenta su arte lo haga con toda su alma y su corazón cualquiera que fuese la audiencia. Por qué no dar lo mismo frente a 3 que frente a 10'000?